Date: July 16th, 2016
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El Amor como Método: Central Dogma

afiche dogma en proceso

Texto escrito por la exposición de Central Dogma en la Sala Proceso, Cuenca, Junio 2016

El Amor como Método, El Territorio como Crisol

No hay nada innato o espontáneo en el buen caminar del amor y la realización del común en formas sociales duraderas. La puesta en acción del amor tiene que ser aprendida y hay que formar nuevos hábitos a través de la organización colectiva de nuestros deseos, un proceso de educación sentimental y política” Commonwealth, Hardt & Negri. 2009 (1)

En Commonwealth, la tercera entrega de la trilogía que se inició con Imperio, los autores nos sorprenden con la centralidad del amor en su discurso, tema extrañamente ausente en la inmensa mayoría de escritos sobre la organización social. Plantean que el amor es la fuerza básica de la construcción de nuevas formas de sociedad y se manifiesta en tres ámbitos: la constitución del común y de maneras de vivir juntxs; la resistencia al mal (indignación, desobediencia y antagonismo), y; la formación de la multitud como fuerza política constituyente, o sea, dotada de agencia.

Central Dogma, desde sus inicios como organización dedicada a la promoción de la música, ha tenido este mismo motor y ha conseguido construir una forma social duradera que ha ido evolucionando en sus formas pero siempre desde los afectos y las sincronicidades que de allí surgen. Se manifiesta desde el amor de pareja entres sus co-fundadores hasta su círculo de colaboradores cercanos y su incesante actividad articuladora, a nivel local, regional e internacional, en la construcción de relaciones; imprevisible, mágica, serendipito.

Actuar desde el amor genera todo tipo de sincronicidades porque no está enfocado en resultados, si no, al contrario, está abierto a lo que pueda pasar. Siendo el objetivo la composición y no alguna configuración en particular, permite la emergencia de formas insospechadas, caminos abiertos, movimientos serpentinos que no se pueden prever, encuentros de singularidades que generan nuevas realidades sociales.

Desde sus comienzos en la música, el quehacer de Central Dogma fue evolucionando a raíz de las necesidades y afectos que fueron emergiendo. Como dice Shakespeare a través del Duque de Orsino en Twelfth Night, “If music be the food of love, play on” (“Si la música es la comida del amor, sigue tocando”) y hay algo de amoroso en la música, algo de pasión que lleva a sus practicantes a extremas de entrega. Dogma Central nace desde allí, desde el amor entre seres y el amor de la música, desde la pasión colectiva e individual, desde el territorio. Hubo que inventar todo, el territorio se volvió crisol alquímico, el diseño gráfico se hizo necesario, como también la gestión cultural, la creación de publicaciones y de redes de trabajo, la infiltración de las instituciones, y la evolución hacia abarcar el audiovisual y el arte.

LabSurLab II, celebrado en Quito en 2012 después de su primera edición en Medellín en 2011, reunió un gran abanico de actores de la región en una manada de prácticas emergentes a las fronteras de ciencia, arte y sociedad. En el intenso tejer de estos días, compuesto de charlas, talleres, mesas redondas y performances, Dogma Central se reconoció en una serie de inquietudes que habían ido formando, afianzando su orientación hacia la cultura libre, el technochamanismo y los laboratorios rurales y se generaron nuevos entrelazamientos, entre los cuales con el autor de este texto.

En la física cuántica se habla del “entanglement” (entrelazamiento), el fenómeno por lo cual 2 partículas (fotones por ejemplo) una vez que se encuentran nunca más estarán separados en su comportamiento, aunque se encuentran a miles de años luz. Usando un complejo sistema de lasers y lentes investigadores austriacos y chinos han logrado comprobar experimentalmente el fenómeno, midiendo los comportamientos de 2 fotones que han sido entrelazados a distancias de decenas de kilómetros, incluso los 143 km entre las islas La Palma y Tenerife en las Canarias. Los experimentos tienen que estar hechos una noche sin luna, la más mínima interferencia lumínica puede interferir con los resultados. Los resultados son acumulaciones de millones de datos y medidas desde donde surgen fenómenos tan ínfimos con implicaciones tan fuertes. Así son las sincronicidades y las bifurcaciones, la atención y el contexto son primordiales.

En esta constante evolución y búsqueda que surge de la relación entre territorio y afectos, de la apuesta para ambos, entre necesidades prácticas del entorno y los anhelos, visiones y entrelazamientos de los corazones, los caminos son a menudo invisibles en el momento, de la misma manera que hay que tomar millones de medidas para poder observar el enlazamiento cuántico. Es solo con el tiempo, con secuencias o acumulaciones más largas, que se puede empezar a entender su quehacer. Como dice Buckminster Fuller (2), un fotograma de una mariposa no le puede decir como vuela, ni la oruga mostrar la mariposa. La sistematización, comprensión y puesta en el espacio que implica una exposición permite entender los entrelazamientos y los derroteros que han generado el quehacer y el vuelo, a la vez frágil y fuerte, del alma del proyecto.

1) “There is nothing innate or spontaneous about love going well and realizing the common in lasting social forms. The deployment of love has to be learned and new habits have to be formed through the collective organization of our desires, a process of sentimental and political education.” (trad. el autor)

Commonwealth, Hardt & Negri, 2008, p 197 / 198

2) Buckminster Fuller, Introducción a Cinema Expandida, Gene Youngblood, 1970, p 20

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